Reflexiones inspiradas en Blanca Miosi

20:18 Nozomi 0 Comments





Primero que todo, les sugiero a quienes lean esta entrada pasarse por este artículo escrito por Teo Palacios, sobre sus reflexiones acerca del por qué no publican a un escritor novel. En la mayoría de las cosas que ha mencionado estoy de acuerdo, en otras no sé, porque aún no me ha tocado ser rechazada por una editorial al no haber enviado mis manuscritos a varias de ellas, menos sé mucho del mundo editorial que él señala, así que, antes de emitir un juicio sobre la ignorancia que tengo del tema, prefiero decir "no sabe no opina".

Lo que sí me dejó encantada es el comentario de Blanca Miosi, en respuesta a un comentario que dejaron, el cual transcribo a continuación y me permite como introducción a las reflexiones que pienso dejar hoy en este blog.


"Blanca Miosi 27/06/2013 at 3:27 pm

Pilar, yo soy peruana, vivo en Venezuela y mis novelas fueron publicadas por editoriales españolas sin ningún problema una vez que supe qué iba mal en mi primera novela, como comenté arriba. La editoriales españolas no hacen distinciones entre españoles y sudamericanos. Si les interesa el tema y está bien escrito se fijarán en él. He autopublicado también y de las siete novelas, cuatro de ellas están en el ranking general de los más vendidos de Amazon. Y una de ellas estuvo por más de un año en el primer lugar. Justamente la que reescribí varias veces y estuve corrigiéndola tres años. No creo que sea algo casual.

Cuando me dijeron que mi novela estaba pésimamente escrita no eché la culpa a nadie. Ni me fijé si había otras novelas peores que la mía que sí estaban publicadas. Simplemente empecé a aprender a escribir."Como lo dije antes, estoy de acuerdo con ella en todo lo que ha señalado. "

Blanca Miosi no es cualquier escritora. Es una autora cuyos varios libros se encuentran dentro de los TOP 100 de Amazon, algunos de ellos publicados por importantes editoriales como otros autopublicados, habiendo optado por ésta última opción, a pesar de tener el respaldo de una gran editorial detrás de sí. Adicionalmente, siempre anda escribiendo interesantes artículos sobre el mundo editorial y de la autopublicación, los cuales puedes leerlos en su blog . Y, lo que más admiro de ella, es que si no está de acuerdo con alguien, siempre refuta los comentarios con educación y los firma con su nombre, no escudándose detrás del anonimato de internet, algo que he visto que otros escritores no son capaces de hacer.

Por todo lo mencionado, me permito hacer unas reflexiones en cuanto a lo que he visto en el año y medio que vengo publicando mis historias en internet, y basados en el comentario que cité antes.  


1) No sentirse menos respecto a otros por ser escritores sudamericanos. 

Yo me suelo mover en muchos lugares de literatura y escritura aficionada. En dos o tres foros he visto a algún compañero escritor decir que sus historias "no fueron tomadas en cuentas" o "considerados en serio" por las editoriales españolas porque era latinoamericano, a lo que yo me quedé sorprendida ante ello.

Dos de mis escritores favoritos son latinoamericanos, Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez, Premio Nobeles ambos. Es cierto, hasta donde sé, que ambos fueron más conocidos luego de que una agente de la ciudad de Barcelona, España, Carmen Balcells, decidiera apostar por ellos. Es obvio que ella al leer sus historias vio en dichos escritores una calidad literaria de la cual muchos podemos disfrutar actualmente. Me pregunto, ¿ella se planteó rechazarlos por ser uno peruano y el otro colombiano? Creo que no. La calidad de ambos monstruos literarios salta a la luz para cualquier conocido en el tema y sé que, si un libro es bueno, un lector lo apreciará, mucho más un agente y/o editorial, sea el escritor del país que sea.

Obvio que habrán casos aislados de editoriales que rechacen a ciertos escritores porque sus manuscritos no entran dentro de lo que ellos consideran que merecen ser publicados. Son muchos los casos conocidos de grandes escritores que han sido rechazados muchas veces antes de dar el bombazo, como por ejemplo, el de J. K. Rowling, la autora de "Harry Potter". 

También sucede, y aquí añado edito y añado esto último, a raíz de una buena observación que me hizo una compañera en mi facebook, que actualmente el mundo editorial está muy copado. Se abre una convocatoria en el que una pequeña editorial espera sacar cinco o seis títulos y recibe doscientos manuscritos, dándose el caso de que la demanda editorial no está a la altura de la oferta de escritores, por muy crudo que suene. Si a esto le añadimos la crisis económica actual, la cual ha mellado en todos los ámbitos, no siendo el editorial la excepción, pues las empresas no pueden apostar como antes por escritores nóveles como sí lo hacían años antes. 

Quizá por ahí no faltará un tonto, de los que nunca falta en todos lados, que tenga cierta tirria hacia la gente de determinado país o raza. Pero, generalizar que una editorial española trata distinto a los escritores sudamericanos que a los españoles, me parece equivocado.


2) Saber en qué estamos fallando para aprender de nuestros errores.


Muchas veces las editoriales rechazan un manuscrito porque tienen muchos errores en la ortografía, redacción y gramática. Y lo sé porque dos compañeros me lo han contado y luego lo han asumido, aunque al principio creían que era porque aquéllas no les daban la oportunidad. Ellos posteriormente me pasaron sus historias para darles una crítica sincera y yo, que no soy ni editora ni agente literaria, menos una experta en lingüística, sólo una escritora aficionada que aprende en el camino, me percaté de algunos errores en concordancia del tiempo verbal, ortografía y otro par que se los hice saber. Con todo esto, pues ya pueden hacerse una idea de por qué mis compañeros fueron rechazados por dichas editoriales. Y ellos me lo han agradecido sinceramente. Asimismo, 
de lo que les ha sucedido han aprendido y decidido dos cosas: 

a) Uno piensa ahorrar dinero para enviar sus manuscritos a un corrector.
b) Otro ya se inscribió a un Taller de Narrativa para aprender más de la escritura. 

El aprender a escribir historias de ficción conlleva su tiempo, constancia y, sobre todo, humildad. 

Cuando yo empecé a escribir ficción con mayor periodicidad hace tiempo atrás, creía que los estudios de mi colegio y de mi universidad, siento ésta última la más prestigiosa de mi país y habiéndome graduado dentro del cuadro de honor de mi promoción, me bastaban. Pues me equivoqué. 


El escribir es un arte que conlleva aprender muchísimo, sobre todo en temas de ortografía, redacción, gramática, narrativa, etc. Personalmente, siempre trato de revisar blogs, foros y otras páginas que den consejos para estudiar continuamente y mejorar. Y creo que nunca dejaré de hacerlo porque siempre se aprende, valga la redundancia, algo nuevo. De este modo, si alguien que más que tú, máxime si es un editor o agente literario, personas que saben del negocio de publicación, te señalan que tu historia tiene ciertos errores, pues debes tomarlo en cuenta. Posteriormente, percatarte de ese error, corregirlo y pulir tu manuscrito cuando sea presentado en un futuro a una editorial. 


3) No echar la culpa al resto de nuestros propios errores. 

Muchas veces he visto que cuando un compañero mío que es beta reader ha corregido los escritos que les han presentado, los escritores leídos se han excusado ante sus errores detectados. "No, es mi Word el que no me permite escribir bien (¿?)", "No, publico en internet, qué más da que tenga algún error, no lo conocía y la culpa es de mis padres (¿?) por no pagarme la universidad y mejorar mi educación.", "No, es que tú eres malvado y me tienes envidia (¿?)", etc.

Si este tipo de reacciones que he ejemplificado se dan a nivel amateur, en fanfictions e historias originales, creo intuir que también se darán a niveles mayores, de escritores que envían sus manuscritos a editoriales. Siempre excusándose de sus errores y culpando a terceros, en vez de asumir que no somos perfectos, que la culpa de nuestros errores las tenemos nosotros y, que nos falta mucho por aprender y mejorar. 



4) No andarse comparando con el resto o ninguneando los trabajos de los demás compañeros. 


Este es un tema que me tocó personalmente a mí. 


Hace unos meses, una niña me mandaba mensajes privados diciendo que mi historia que publicada en Wattpad le parecía sosa y aburrida, y no entendía por qué tanta gente me votaba y comentaba, a diferencia de la suya, que sí era buena, pero que no tanta gente entendía y que por eso no la votaban ni comentaban. Yo le respondí de un modo educado, diciéndole que, en tal caso, debería preguntarles a mis lectores, porque eran ellos los que habían decidido darme su respaldo y seguirme capítulo a capítulo. Posteriormente, ella me profirió un par de insultos más por privado y luego, antes de amenazarla con reportarla a la administración de la página, no sin antes bloquearla, decidió borrar su cuenta, así que el tema se quedó ahí.

Asimismo, veo cada tanto a más de un compañero mío menospreciar a las historias de otras personas, ya sea por la temática, el enfoque que le dan a la historia, la persona en la que se narra, el público al que va dirigido su libro, etc., pecando a mi parecer de arrogancia, sino es de celos. En lo particular, creo que cada escritor puede escribir sobre la temática que sea, en primera persona o en tercera, historia romántica, juvenil, terror, fanfiction, etc., mientras no copie ni se meta con nadie, no debe uno menospreciar el trabajo ajeno.

Finalmente, no faltan los comentarios que leo de vez en cuando, de alguien quejándose de que a fulanito le publicaron en una editorial, aunque a su criterio no era tan bueno como él; o del fallo de un concurso literario (que los hay amañados también), o de que a alguien lo lean más que a uno (como en mi caso). En estos casos se resumen en algo bien sencillo: envidia.

Menos quejarse por cómo les va bien a otros, más emular sus historias de éxito, para darnos cuenta en qué fallamos, aprender y superarnos cada día más. 



Con mis reflexiones de este día, me despido hasta otra ocasión. 

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